jueves, 4 de abril de 2013

Salud ambiental de Cuba previene el desarrollo del autismo

Wendy Zuferri

Niños autista y Especialistas, durante la practica de juegos tradicionales, en Cienfuegos. AIN FOTO/Modesto GUTIÉRREZLa Habana, 3 abr (AIN) La psiquiatra venezolana Ana Cecilia Márquez destacó este miércoles en conversación con la AIN que, gracias a la calidad medioambiental de Cuba los niños tienen menos probabilidades de desarrollar autismo que en el resto del mundo.
Esta especialista, a cargo de la Unidad de Autismo del Hospital Materno Concepción Palacios de Caracas, decidió visitar la Isla tras saber que los cubanos muestran la menor incidencia de autismo a nivel mundial según reportes reiterados de varios organismos internacionales, y deseaba conocer el motivo de este patrón.

Los índices de contaminación de este país son muy bajos, buena parte de las fábricas están alejadas de los núcleos poblacionales, el agua es totalmente potable y la mayor parte de los alimentos son orgánicos, esas son condiciones que frenan la aparición del autismo en niños y adolescentes, explicó.
La psiquiatra comentó que el origen de este síndrome no es totalmente cierto, aunque todo parece apuntar a una predisposición genética desencadenada ante varios factores, siendo los ambientales de gran peso.
A medida que la degradación del entorno ha crecido, ha aumentado la incidencia del autismo, ya que la polución daña el sistema inmunológico, y al bajar las defensas del organismo, las neuronas sufren daño tóxico, remarcó.
Además de mostrar una mejor salud física que otros niños autistas del planeta, los estudiantes cubanos tienen profesores con mucho afán de superación, y aun cuando por causa del bloqueo estadounidense sobre Cuba se les dificulta el acceso a la bibliografía más actualizada, sus diagnósticos están a la vanguardia, resaltó.
En su opinión, todavía queda por hacer en cuanto a la inserción de los casos más leves en centros de la enseñanza general, donde es necesario ajustar los currículos y el sistema de evaluación a sus necesidades.
De todos modos –comentó Márquez- no debe olvidarse que en muchas naciones a un estudiante en condiciones de sumarse a un aula normal se le niega ese derecho, pero Cuba tiene un largo camino recorrido: el del derecho a la inclusión.

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